El viaje con Air Berlin (al menos este) fue bastante bueno. Hicimos una escala corta en Berlín donde aprovechamos para comer y tomar algo... Luego, sí, tomamos la conexión hasta Cracovia, Polonia.
Una aclaración que me gustaría hacer es que al momento de pesar el equipaje en el check in, mi valija pesaba más que lo permitido... Algo curioso ya que no había agregado nada de nada allí desde mi partida desde Buenos Aires . Por eso debí pasar varias cosas a la mochila que, por suerte, contaba con espacio. Cuento todo esto por algo que me sucedió en el siguiente vuelo con Air Berlin y que contaré en su debido momento.
Llegamos pasadas las 19 hs al aeropuerto. Habíamos leído que en arriba del tren o en la estación se podía sacar los tickets... Claro, era en la estación central porque donde uno se debe tomar el tren (a unas cuadras del aeropuerto) no había nada de nada jeje. Pagamos arriba del tren gracias a que un pasajero nos cambió unas monedas de libras esterlinas que yo llevaba por Złotys polacos (ya que nosotros habíamos contado con pagar con tarjeta).
En 20 minutos aproximadamente estábamos en la estación central de trenes (Kraków Główny) y desde allí sólo tuvimos que caminar unos 300 o 400 metros hasta nuestro hotel llamado Red Brick Apartments. En cuanto al hospedaje, todo genial. La "habitación" era en verdad un apartamento muy muy cómodo y muy bien equipado. Además, contaba con wifi gratis e incluía el desayuno el cual se servía en un hotel ubicado justo a la vuelta del nuestro.
Hicimos el check in, dejamos las valijas en la habitación y salimos a disfrutar del casco antiguo de la ciudad que lo teníamos realmente cerca. Cabe aclarar que el centro histórico de Cracovia forma parte del Patrimonio de la Humanidad.
El centro histórico medieval de Cracovia estaba protegido por una muralla pero hoy en día la zona antigua está rodeada por una franja de zona verde y de la antigua fortificación se conserva la Barbacana, construida en el año 1499, que se reconoce por su estructura circular de ladrillos rojos.
Esta fortaleza protegía la Puerta Florianska, que era una de las ocho puertas que daban acceso a la ciudad y es la única que hoy en día sigue en pie y que sirve para dar comienzo a un paseo único. Pasando por el arco de esta puerta uno se encuentra con la calle más concurrida de la ciudad y que lleva el mismo nombre que la puerta.
Hicimos el check in, dejamos las valijas en la habitación y salimos a disfrutar del casco antiguo de la ciudad que lo teníamos realmente cerca. Cabe aclarar que el centro histórico de Cracovia forma parte del Patrimonio de la Humanidad.
El centro histórico medieval de Cracovia estaba protegido por una muralla pero hoy en día la zona antigua está rodeada por una franja de zona verde y de la antigua fortificación se conserva la Barbacana, construida en el año 1499, que se reconoce por su estructura circular de ladrillos rojos.
Esta fortaleza protegía la Puerta Florianska, que era una de las ocho puertas que daban acceso a la ciudad y es la única que hoy en día sigue en pie y que sirve para dar comienzo a un paseo único. Pasando por el arco de esta puerta uno se encuentra con la calle más concurrida de la ciudad y que lleva el mismo nombre que la puerta.
A lo largo de esta calle peatonal se encuentran muchísimas tiendas de todo tipo y también varios sitios para tomar algo. Las primeras imágenes de la ciudad nos estaban encantando...
Llegamos, ahora sí, al centro del Stare Miasto (centro histórico) donde se encuentra, entre otros edificios, la Rynek Glowny, conocida como la Plaza del Mercado. Había mucha gente paseando y dándole a la zona un ambiente único.
Llegamos, ahora sí, al centro del Stare Miasto (centro histórico) donde se encuentra, entre otros edificios, la Rynek Glowny, conocida como la Plaza del Mercado. Había mucha gente paseando y dándole a la zona un ambiente único.
Decidimos entrar al Hard Rock cafe que estaba allí mismo para cenar. Todo muy bueno como siempre y, por supuesto, mucho más barato que lo que veníamos pagando en los paises nórdicos ;)
Seguimos paseando luego por la zona y recorrimos unos metros la calle Franciszkańska para ver la famosa ventana papal por donde, dicen, se lo podía ver a Juan Pablo II cuando estaba en la ciudad.
Seguimos paseando luego por la zona y recorrimos unos metros la calle Franciszkańska para ver la famosa ventana papal por donde, dicen, se lo podía ver a Juan Pablo II cuando estaba en la ciudad.
Allí enfrente se encuentra el parque más importante de Cracovia: Planty. Nos dimos una vuelta corta por allí ya que era tarde (más de las 23 hs) y no se podía ver mucho de lo que el parque brindaba pero aún así, lo poco que vimos, nos gustó.
Recorremos luego las calles Ulica Kanonicza (la mas antigua de la ciudad) y Grodzka (al final de esta última calle se encuentra el famoso Castillo de Wawel). El bullicio de la Plaza del Mercado había quedado atrás... Callecitas empedradas con aire medieval y un paisaje encantador le daban un toque único a esta calurosa noche polaca...
Recorremos luego las calles Ulica Kanonicza (la mas antigua de la ciudad) y Grodzka (al final de esta última calle se encuentra el famoso Castillo de Wawel). El bullicio de la Plaza del Mercado había quedado atrás... Callecitas empedradas con aire medieval y un paisaje encantador le daban un toque único a esta calurosa noche polaca...
Llegamos hasta Kosciol sw Piotra i Pawla, es decir, la Iglesia de San Pedro y San Pablo. Fue construida por los Jesuitas entre 1597 y 1619 y cuenta con una imponente fachada formada por esculturas de los 12 apóstoles.
No sé bien qué habremos tocado esa noche en la cámara pero las fotos han salido movidas y ni cuenta nos dimos hasta verlas en la pc...
No sé bien qué habremos tocado esa noche en la cámara pero las fotos han salido movidas y ni cuenta nos dimos hasta verlas en la pc...
Junto a esta iglesia de estilo barroco se encuentra también otra, quizás no tan imponente pero no por elllo menos linda, llamada Iglesia de San Andrés (Kościół św. Andrzeja) y que se la puede reconocer por su color verde de sus 2 torres.
Muy cerquita de donde estábamos nos sentamos al aire libre a tomar unas cervezas mientras escuchábamos una pareja en la que ella con su violín y él con la guitarra hacían canciones desconocidas para nosotros pero bien alegres.
Volviendo para el hotel, vimos que había un pub del que, si bien su entrada no se veía desde la calle, se escuchaba su música y nos tentó a entrar... Se llama Dobry Kumpel Pub y nos encantó. Además de su buena atención, contaba con aire acondicionado y eso era algo muy valorado por nosotros esos días ;)
Cuando ya no dábamos más de cansancio, nos volvimos caminando hasta el hotel.
Estábamos muy a gusto con lo que nos habíamos encontrado en este nuevo destino =)
Cuando ya no dábamos más de cansancio, nos volvimos caminando hasta el hotel.
Estábamos muy a gusto con lo que nos habíamos encontrado en este nuevo destino =)
Día 9 (martes 06/08/13)
Para hoy teníamos ya reservada una excursión para la cual nos pasarían a buscar por el hotel. Nos levantamos con tiempo y fuimos a desayunar (como comenté antes, el desayuno se servía en un hotel que estaba a la vuelta del nuestro). Volvimos a horario y nuestro guía, un jóven polaco, nos esperaba súper puntual .
Dejo el link de la empresa del traslado: http://krakowdirect.com/
En verdad, no era un guia lo que contratamos sino el traslado pero el conductor era de lo más amable y fuimos conversando un montón durante el trayecto que no era tan corto pero, por suerte, contábamos con aire acondicionado para no sufrir el intenso calor que ya estaba haciendo desde tempranito... Hoy visitaríamos Auschwitz-Birkenau y las famosas Minas de sal de Wieliczka!
El conductor-guía nos contó muchas de sus costumbres e intentaba responder a todo lo que le íbamos consultando...
Primer parada: Państwowe Muzeum Auschwitz-Birkenau, es decir, el Museo estatal Auschwitz - Birkenau. Está formado por 2 campos: Auschwitz I y Auschwitz II-Birkenau.
Ni bien llegamos, nuestro guía, retiró las entradas por nosotros que casi ni tuvimos que hacer fila; tomamos nuestras audioguías y esperamos a que nuestro grupo (en español) saliera. En verdad, la visita se hace con un guia del lugar pero te entregan unos auriculares para poder escuchar bien lo que va diciendo ya que es muchísima gente la que visita este sitio. A pesar de ser tan concurrido (o quizás debido a éso) está todo muy bien organizado y separado por grupos según el idioma.
Nosotros habíamos ya visitado el campo de concentración llamado Sachsenhausen, en Oraniernburg, muy cerquita de Berlin y creo que eso nos sirvió como para amortiguar un poco la fuerte experiencia que resultaba estar ahora en Auschwitz... Nos tocó una guía de origen polaco pero que hablaba realmente muy bien en español ;)
Entenderán que de este lugar no tengo muchas fotos... Creo que es un sitio más que nada para ver y tratar de comprender (aunque no se logre) lo que han vivido allí sus víctimas.
Ni bien comenzamos el recorrido nos topamos con la conocida frase alemana "Arbeit macht frei" que significa algo así como "El trabajo te libera" y que estaba escrita en cada campo Nazi.
El tour comienza por el recorrido a Auschwitz I que es más bien un museo que incluye un montón de objetos exhibidos. Algunos de ellos, un tanto fuertes (pero sin morbo) como una vitrina con una gran cantidad de pelo (lo que le rasuraban a los prisioneros) con la que hacían, por ejemplo, alfombras... También había otras vitrinas con diferentes tipos de objetos de los que los prisioneros eran desprendidos ni bien llegaban porque, no nos olvidemos, que los despojaban de todo, los humillaban desde el primer momento en que pisaban el campo...
La segunda parte del tour es la visita a Auschwitz II - Birkenau donde se tiene acceso a las (precarias) barracas donde "vivían" los prisioneros, que no contaban ni con ventanas.... Y podía llegar a haber unas 500 personas en cada barraca. Se puede ver, además, cómo dormían casi apilados en improvisadas literas que debían compartir entre 5 o 6 personas. Todo esto y mucho más se puede ir aprendiendo a medida que vemos y escuchamos los comentarios del guía.
El conductor-guía nos contó muchas de sus costumbres e intentaba responder a todo lo que le íbamos consultando...
Primer parada: Państwowe Muzeum Auschwitz-Birkenau, es decir, el Museo estatal Auschwitz - Birkenau. Está formado por 2 campos: Auschwitz I y Auschwitz II-Birkenau.
Ni bien llegamos, nuestro guía, retiró las entradas por nosotros que casi ni tuvimos que hacer fila; tomamos nuestras audioguías y esperamos a que nuestro grupo (en español) saliera. En verdad, la visita se hace con un guia del lugar pero te entregan unos auriculares para poder escuchar bien lo que va diciendo ya que es muchísima gente la que visita este sitio. A pesar de ser tan concurrido (o quizás debido a éso) está todo muy bien organizado y separado por grupos según el idioma.
Nosotros habíamos ya visitado el campo de concentración llamado Sachsenhausen, en Oraniernburg, muy cerquita de Berlin y creo que eso nos sirvió como para amortiguar un poco la fuerte experiencia que resultaba estar ahora en Auschwitz... Nos tocó una guía de origen polaco pero que hablaba realmente muy bien en español ;)
Entenderán que de este lugar no tengo muchas fotos... Creo que es un sitio más que nada para ver y tratar de comprender (aunque no se logre) lo que han vivido allí sus víctimas.
Ni bien comenzamos el recorrido nos topamos con la conocida frase alemana "Arbeit macht frei" que significa algo así como "El trabajo te libera" y que estaba escrita en cada campo Nazi.
El tour comienza por el recorrido a Auschwitz I que es más bien un museo que incluye un montón de objetos exhibidos. Algunos de ellos, un tanto fuertes (pero sin morbo) como una vitrina con una gran cantidad de pelo (lo que le rasuraban a los prisioneros) con la que hacían, por ejemplo, alfombras... También había otras vitrinas con diferentes tipos de objetos de los que los prisioneros eran desprendidos ni bien llegaban porque, no nos olvidemos, que los despojaban de todo, los humillaban desde el primer momento en que pisaban el campo...
La segunda parte del tour es la visita a Auschwitz II - Birkenau donde se tiene acceso a las (precarias) barracas donde "vivían" los prisioneros, que no contaban ni con ventanas.... Y podía llegar a haber unas 500 personas en cada barraca. Se puede ver, además, cómo dormían casi apilados en improvisadas literas que debían compartir entre 5 o 6 personas. Todo esto y mucho más se puede ir aprendiendo a medida que vemos y escuchamos los comentarios del guía.
Restos del muro de fusilamiento...
De un campo al otro se puede ir con el grupo en bus pero a nosotros nos acercó la persona del traslado, por suerte, ya que íbamos bien fresquitos en la camioneta ;) Son unos 3 km de distancia entre ambos campos.
No voy a colgar muchas fotos dado que no es muy alegre el tema pero quiero aclarar que nos atrapan muchísimo estas visitas relacionadas a lo vivido durante la Segunda Guerra Mundial.
La visita es cruda,sí, pero muy muy recomendable.
Una vez que terminamos el recorrido, nuestro guía nos llevó a comer algo a un sitio que estaba de camino a la siguiente parada... Bueno, supongo que es en verdad donde llevan a todos porque tendrán algún acuerdo pero a nosotros nos daba lo mismo ;) Se llamaba Karczma Halit y era un sitio con comidas tradicionales, digno de conocer.
Y aquí nos pasó algo muy curioso... Nos traen la comida (no teníamos mucho tiempo ni queríamos arriesgarnos a pedir algo que no nos gustara así que elegimos algo más bien simple) y 30 segundos después, una señora que no era quien nos estaba atendiendo, nos retira los platos No sabía hablar inglés así que no nos dijo nada... Sólo hizo unos gestos y al ratito nos lo trajo de nuevo, ahora sí, con un poco más de cocción... Pero nosotros ni nos habíamos quejado jaja.
No voy a colgar muchas fotos dado que no es muy alegre el tema pero quiero aclarar que nos atrapan muchísimo estas visitas relacionadas a lo vivido durante la Segunda Guerra Mundial.
La visita es cruda,sí, pero muy muy recomendable.
Una vez que terminamos el recorrido, nuestro guía nos llevó a comer algo a un sitio que estaba de camino a la siguiente parada... Bueno, supongo que es en verdad donde llevan a todos porque tendrán algún acuerdo pero a nosotros nos daba lo mismo ;) Se llamaba Karczma Halit y era un sitio con comidas tradicionales, digno de conocer.
Y aquí nos pasó algo muy curioso... Nos traen la comida (no teníamos mucho tiempo ni queríamos arriesgarnos a pedir algo que no nos gustara así que elegimos algo más bien simple) y 30 segundos después, una señora que no era quien nos estaba atendiendo, nos retira los platos No sabía hablar inglés así que no nos dijo nada... Sólo hizo unos gestos y al ratito nos lo trajo de nuevo, ahora sí, con un poco más de cocción... Pero nosotros ni nos habíamos quejado jaja.
Íbamos un poco justos de tiempo ya que el tránsito era más lento que lo habitual (según nos comentaba el guía) pero aún así llegamos perfecto a comprar nuestros tickets para el recorrido en español por las Minas de Sal de Wieliczka.
No sabíamos muy bien lo que estábamos yendo a conocer porque es de esas cosas que en verdad hay que ver para entender. Lo que sí sabíamos es que las minas forman parte del Patrimonio de la Humanidad desde 1978.
La primer parte del trayecto, si bien es interesante, no me terminaba de cautivar. Descendíamos por la mina mientras el guía que nos tocó (hablaba bastante bien en español) nos explicaba lo que íbamos viendo y hacía algunos chistes. Cabe aclarar que para tomar fotos es necesario pagar una especie de "permiso" y a nosotros no nos parecía necesario por lo que estábamos viendo...
Llega un punto del paseo donde el guía aclara que ahí es el último sitio donde se puede abonar el permiso y, claro, lo hcimos porque lo que estábamos viendo en ese momento era increíble :)
En resumen: abonen desde el principio el permiso jaja.
Hasta el momento habíamos visto lagos subterráneos, esculturas y herramientas usadas por los mineros pero no fue hasta que llegamos a St Kinga, una capilla subterránea que bien podría confundirse con una galería de arte .
Son muchas esculturas hechas todas, por supuesto, en bloques de sal. Las fotos no hacen justicia de lo increíble que resulta todo allí abajo, en esa capilla dentro de la mina... Lo que más sorprende y atrae es la enorme escultura del Papa Juan Pablo II y la réplica tallada en sal de La última cena de Da vinci ;)
Muy satisfechos con la visita y ya bien cansados de tanto andar volvimos a subirnos a la camioneta y volvimos al hotel.
Reitero lo amable y útil que nos resultó hacer las excursiones con un guía; se gana tiempo, es más cómodo y, por supuesto, más personalizado en cuanto al diálogo que se puede tener y todo lo que se puede aprender extra :)
Estábamos agotados y optamos por acercarnos hasta el centro comercial, llamado Galeria Krakowska, que hay junto a la estación central de trenes (y que nos quedaba bien cerca). Sabíamos que allí había algunos sitios para comer pero nada nos convenció así que hicimos unas compras en el Carrefour que hay allí mismo.
Además, aproveché para mirar algunas vidrieras mientras Gonzalo tomaba algunas fotos fuera de la estación...
Reitero lo amable y útil que nos resultó hacer las excursiones con un guía; se gana tiempo, es más cómodo y, por supuesto, más personalizado en cuanto al diálogo que se puede tener y todo lo que se puede aprender extra :)
Estábamos agotados y optamos por acercarnos hasta el centro comercial, llamado Galeria Krakowska, que hay junto a la estación central de trenes (y que nos quedaba bien cerca). Sabíamos que allí había algunos sitios para comer pero nada nos convenció así que hicimos unas compras en el Carrefour que hay allí mismo.
Además, aproveché para mirar algunas vidrieras mientras Gonzalo tomaba algunas fotos fuera de la estación...
Volvimos al hotel, nos preparamos unos buenos sandwiches, tomamos unas cervezas (algunas muy raras y no tan ricas jaja) y caimos rendidos. Ya podremos mañana seguir disfrutando de este increíble destino :)
Día 10 (miércoles 07/08/13)
Temprano estábamos arriba y nos fuimos a desayunar. Ya hacía calor... qué día nos esperaba!
Teníamos planeado pasear nuevamente por el casco histórico pero esta vez de día. Y si quedamos encantados la noche que llegamos, este día confirmamos que esta zona es hermosa.
Teniendo en cuenta que eran aún vacaciones de verano se entiende la gran cantidad de gente que había pero, realmente, lo que nos sorprendió fue el ambiente y el paisaje.
Temprano estábamos arriba y nos fuimos a desayunar. Ya hacía calor... qué día nos esperaba!
Teníamos planeado pasear nuevamente por el casco histórico pero esta vez de día. Y si quedamos encantados la noche que llegamos, este día confirmamos que esta zona es hermosa.
Teniendo en cuenta que eran aún vacaciones de verano se entiende la gran cantidad de gente que había pero, realmente, lo que nos sorprendió fue el ambiente y el paisaje.
Llegamos a la Plaza del Mercado (Rynek Glowny):
Kosciol Mariacki (Basílica de Santa María):
Entramos a conocer el Sukiennice (Mercado de los Paños), el edificio renacentista destacado en esta plaza. Allí dentro funcionan numerosas tiendas donde se ve una amplia variedad de artesanias, suvenires y demás. Muy interesante para ver y, por qué no, para comprar algún recuerdo ;)
También dentro de esta plaza se encuentra la Torre del antiguo Ayuntamiento (Wieza Ratuszowa). Teníamos apuntado que se podía subir a la torre para tener algunas vistas de la ciudad y para conocer, además, su interior pero para ello había que subir por escalera (algo así como 110 escalones) y el calor no nos motivó para hacerlo... Nos conformamos con verla por fuera ;)
Caminamos hasta llegar al Collegium Maius, el edificio universitario más antiguo del pais y donde asistió el famoso astrónomo Nicolás Copérnico.
Allí funciona el Museo de la Universidad Jagellónica, donde se exponen cerca de 2300 instrumentos ciéntíficos (relacionados con la astronomía, la meteorología, la física y la química). Pero también se puede optar por recorrer su pequeño patio interno rodeado de fachadas color ladrillo y allí contemplar su antiguo reloj el cual cada 2 horas hace sonar una melodía (creo que es el himno de la universidad) y salen de él unos personajes tallados en madera.
Hay visitas guiadas que permiten recorrer su museo pero no estaba en nuestros planes y con lo que conocimos nos fuimos conformes.
Allí funciona el Museo de la Universidad Jagellónica, donde se exponen cerca de 2300 instrumentos ciéntíficos (relacionados con la astronomía, la meteorología, la física y la química). Pero también se puede optar por recorrer su pequeño patio interno rodeado de fachadas color ladrillo y allí contemplar su antiguo reloj el cual cada 2 horas hace sonar una melodía (creo que es el himno de la universidad) y salen de él unos personajes tallados en madera.
Hay visitas guiadas que permiten recorrer su museo pero no estaba en nuestros planes y con lo que conocimos nos fuimos conformes.
Caminamos algunas cuadras ya rumbo a la siguiente parada del día pero antes decidimos hacer una pausita en un bar para tomar algo y refrescarnos... Era increíble el calor que estaba haciendo! Y, en verdad, cualquier excusa nos viene bien para tomar una cerveza jajaja.
Ahora nos acercamos hasta otro ícono no sólo de Cracovia sino de Polonia: el Castillo de Wawel. Es una imponente construcción situada en la colina que lleva el mismo nombre. Esta fortificación tiene casi mil años de antigüedad y fue en un principio la residencia de los reyes de Polonia.
El castillo está compuesto por varios sitios de interés y para recorrer cada uno de ellos se debe sacar un ticket. Cabe aclarar que los tickets son limitados... La fila era un tanto extensa y el calor hacía que la espera sea poco molesta. Nosotros no estábamos muy convencidos en cuanto a entrar a cada uno de los puntos de interés por lo cual decidimos entrar a recorrer el predio en sí.
La Catedral de Wawel (Katedra Wawelska) es un símbolo del castillo. Algunos dicen que es imponente su interior y otros que es demasiado cargado y que no es mucho más linda que otras iglesias de la ciudad... No puedo darles mi opinión del interior porque no hemos entrado y no hay fotos dando vueltas porque está prohibido hacerlas... Por fuera es muy linda:
Ahora nos acercamos hasta otro ícono no sólo de Cracovia sino de Polonia: el Castillo de Wawel. Es una imponente construcción situada en la colina que lleva el mismo nombre. Esta fortificación tiene casi mil años de antigüedad y fue en un principio la residencia de los reyes de Polonia.
El castillo está compuesto por varios sitios de interés y para recorrer cada uno de ellos se debe sacar un ticket. Cabe aclarar que los tickets son limitados... La fila era un tanto extensa y el calor hacía que la espera sea poco molesta. Nosotros no estábamos muy convencidos en cuanto a entrar a cada uno de los puntos de interés por lo cual decidimos entrar a recorrer el predio en sí.
La Catedral de Wawel (Katedra Wawelska) es un símbolo del castillo. Algunos dicen que es imponente su interior y otros que es demasiado cargado y que no es mucho más linda que otras iglesias de la ciudad... No puedo darles mi opinión del interior porque no hemos entrado y no hay fotos dando vueltas porque está prohibido hacerlas... Por fuera es muy linda:
Muy recomendable hacer una visita así si están cortos de tiempo ya que las vistas y el paisaje del lugar se pueden disfrutar igual ;)
Y no podíamos irnos de allí sin la foto del Dragón (Smok Wawelski) a orillas del rio Vistula quien forma parte de una de las leyendas más famosas de Polonia.
Desde allí divisamos un restaurante anclado a orillas del Vístula que nos llamó la atención y donde decidimos parar a comer ya que las opciones que habíamos visto dentro del Castillo no nos habían convencido (ni lo que ofrecían de comer ni sus precios). El sitio se llama C.C. Stefan Batory y fue un gran acierto. Si bien el servicio no era muy veloz, nosotros habíamos ya decidido tomarnos el día a nuestro ritmo porque sino el calor terminaría agotándonos antes de lo previsto y no estaba nada mal aprovechar las vistas que teníamos desde nuestra mesa ;)
Algo que no comenté hasta ahora y no quiero dejar de hacerlo es que los polacos nos han sorprendido para bien dado que habíamos leído en muchos sitios que no se trataba de gente muy amigable o que eran un poco ventajeros... No fue para nada nuestra experiencia sino que nos han tratado siempre súper bien.
Luego de pasar un largo rato bajo la sombrilla de aquella mesa con vistas geniales había llegado el momento de continuar el paseo del día.
Hicimos algunos metros bordeando el Vistula y caminamos hasta la parada del tranvía para acercarnos a Podgorze, el gueto judío.
Viajamos unas 3 o 4 estaciones y llegamos a lo que para mí fue uno de los memorial más fuertes que he visto. Estábamos en la Plac Bohaterów Getta, que conmemora a las víctimas del Holocausto, más puntualmente a los judíos. No sé por qué sentí lo que sentí al estar ahí, o sí lo sé pero no lo puedo poner en palabras y sé que las fotos no transmiten el verdadero significado del lugar...
En esta plaza, los Nazis hacían que los judíos formaran largas filas a la espera de embarcarse al tren que los llevaría a Auschwitz donde ya sabemos cómo terminaron, aunque muchos de ellos iban convencidos de que los llevaban a "trabajar". Iban con todas sus pertenencias aunque luego debían desprenderse de todo, hasta de su dignidad... De allí surge este memorial formado por sillas vacías como reflejo de los que no volvieron nunca más.
En una esquina de la plaza, la antigua Farmacia del Águila (Apteka pod Orlem en polaco) ha sido transformada en un mini memorial. Su propietario, el farmacéutico Tadeusz Pankiewicz, fue el único polaco autorizado a residir en el gueto...
Es de lo más simple y emotivo que he presenciado.
Nos acercamos hasta la Fábrica de Oskar Schindler o Muzeum Schindlera. Supongo que la mayoría (como yo) habrá oído su nombre a partir de la película o quizás hayan sabido de antes que se trató de un afiliado al partido Nazi que derivó en salvador de muchas vidas de polacos judíos... Bueno, en este museo instalado donde en su momento funcionaba la fábrica de Schindler hoy en día hay una exposición permanente llamada "Cracovia bajo la Ocupación Nazi entre 1939 y 1945". El museo puede recorrerse por cuenta propia, leyendo en inglés todo lo expuesto, aunque también hemos visto gente que contaba con un guia.
Es uno de los sitios apuntados como imprescindibles por su huella en la historia y resulta interesante conocerlo aunque esté un poquito alejado de la zona céntrica.
Yo esperaba ver un poco más de la fábrica en sí (por cuestiones obvias como el nombre del museo) pero igualmente es un recorrido interactivo que resulta muy ameno y nos sitúa en los años de ocupación Nazi.
Nos acercamos hasta la Fábrica de Oskar Schindler o Muzeum Schindlera. Supongo que la mayoría (como yo) habrá oído su nombre a partir de la película o quizás hayan sabido de antes que se trató de un afiliado al partido Nazi que derivó en salvador de muchas vidas de polacos judíos... Bueno, en este museo instalado donde en su momento funcionaba la fábrica de Schindler hoy en día hay una exposición permanente llamada "Cracovia bajo la Ocupación Nazi entre 1939 y 1945". El museo puede recorrerse por cuenta propia, leyendo en inglés todo lo expuesto, aunque también hemos visto gente que contaba con un guia.
Es uno de los sitios apuntados como imprescindibles por su huella en la historia y resulta interesante conocerlo aunque esté un poquito alejado de la zona céntrica.
Yo esperaba ver un poco más de la fábrica en sí (por cuestiones obvias como el nombre del museo) pero igualmente es un recorrido interactivo que resulta muy ameno y nos sitúa en los años de ocupación Nazi.
Cuando habíamos terminado el recorrido por el museo nos dirigimos a tomar el Tram 11 hasta Starowiślna (qué nombres tan raros!). Allí estábamos en el barrio llamado Kazimierz, el antiguo barrio judío de Cracovia. Es allí donde Spielberg grabó La Lista de Schindler y no donde estaba en verdad ubicada la fábrica (es un barrio vecino). Las casas de Kazimierz sobrevivieron a la guerra (no como sus habitantes) pero el barrio fue cayendo en decadencia y fue gracias a la película que ha ido poniéndose de moda y recuperando "vida".
Si bien no es algo puntual lo que uno va a ver allí, se puede sentir otro ambiente y por eso es recomendable pasear y descubrir cómo ha ido cambiando... Hay muchos restaurantes y sitios para tomar algo. Nosotros, increíblemente, no hicimos ningún brindis aquí pero había mucha gente disfrutando de alguna bebida bien fria. Lo llamativo es que no es un barrio con muchos rasgos judíos sino que más bien ha adquirido un aire bohemio y más moderno de lo que suponía.
Y hasta aquí era lo planificado para conocer de Cracovia así que tomamos el tram hasta el centro histórico y dimos una vuelta más por la Plaza del Mercado buscando dónde cenar. Nada nos convencía demasido así que optamos por volver al Hard Rock cafe, un sitio muy recurrente en nuestros viajes.
Terminamos de cenar y no queríamos aún dar por finalizada la noche en esta ciudad que tanto nos había sorprendido... Entramos al mismo bar que fuimos la primera noche, llamado Dobry Kumpel Pub y nos tomamos unas cervezas. Un detalle de este sitio que no conté antes es que es en un sótano y tiene muy buena pinta .
Ahora sí, estábamos destruidos después de tanto caminar (por momentos con más de 37 grados de temperatura) y nos volvimos al hotel muy felices por haber incluido esta ciudad a nuestro planning :)
Mañana nos espera una nueva ciudad: Munich!